Cada
año en un valle remoto de la India, en la zona mas occidental del Himalaya, se
reúnen mas de 40.000 de peregrinos que llegan de poblaciones cercanas,
valles vecinos y de varios
sitios del
mundo. Sus creencias los llevan a crear un viaje de varios días por desfiladeros
de mas del 5500 metros de altitud, los mas altos del mundo, cruzar ríos y
caminar cientos de kilómetros por caminos de tierra, rocas y arena.
http://www.mandalasparatodos.com.ar/blog/wp-content/uploads/2012/11/el-mandala-del-kalachakra-5.jpg |
Se
reúnen allí porque asisten uno
de los mas sagrados
cultos del Budismo
Tibetano o
Budismo Vajrayāna este
culto se
llama Kalachakra,
que
significa rueda del tiempo o ciclo del tiempo. Este ritual dura una semana
completa y prepara a los inicios
para
el fin de todas las cosas, la completa destrucción del tiempo y del espacio.
Los prepara para salirse y ayudar a cada ser vivo a salir del Samsara, el
ciclo de la vida, muerte y reencarnación.
Durante
esa semana un grupo de monjes trabaja día y noche para crear el Mándala
del
Kalachakra, este mándala
es
una especie de mapa que
lleva a los
creyentes en el camino hacia la iluminación. Con un cuidado meticuloso
utilizando granos de arena coloreados y cuando cae el sol trabajando a la luz
de las velas crean un mándala
con
diseños y figuras realmente complicadas y difíciles de realizar.
Cada año realizan un mándala de arena con diseños y colores diferentes, y cuando la ceremonia del Kalachakra esta por terminar, la ultima ceremonia es poder observar ese gran mándala. Para los mas de 40.000 peregrinos no existe mayor privilegio que poder estar en frente del Mándala del Kalachakra aunque sea por unos instantes. Aguardan pacientemente en largas filas y puede tardar días hasta que a cada uno le llegue su turno.
Cada año realizan un mándala de arena con diseños y colores diferentes, y cuando la ceremonia del Kalachakra esta por terminar, la ultima ceremonia es poder observar ese gran mándala. Para los mas de 40.000 peregrinos no existe mayor privilegio que poder estar en frente del Mándala del Kalachakra aunque sea por unos instantes. Aguardan pacientemente en largas filas y puede tardar días hasta que a cada uno le llegue su turno.