De
todos los mándalas,
el
astrológico tiene un orden escrito y un sentido claro. Entre sus factores
esenciales, los signos son como las letras del abecedario, la cifra
para
entender este lenguaje e interpretarlo. Todo en el cielo tiene un orden, los
planetas cumplen cada uno con un
cargo determinado, ninguno
sale de su órbita ni deja de funcionar. Ninguno traba ni anula al otro, y
parecen estar en una armonía natural. Lo mismo ocurre en la Tierra con el
Zodíaco, quien mantiene su forma natural y respeta ese verdadero significado en
la evolución del hombre. El círculo interior de la carta natal se divide en
doce secciones llamadas Casas. Cada una representa un área de vida y se refiere
a todas las labores
cotidianas
que desarrolla cada persona. En la rueda zodiacal, cada Casa se relaciona con
un aspecto de la persona.